Esta un una dinámica muy sencilla para hacer oración con un salmo y con jóvenes principalmente, es un momento agradable y que lleva del juego y del grito, al silencio y la oración. El texto bíblico puede cambiar.
1. Escoge un texto
bíblico o salmo que no sea demasiado extenso (10 a 15 versículos) y separa los grupos en la misma cantidad de participantes.
2. ubícalos en círculo, y entrega a cada uno un papel con un versículo del texto, teniendo cuidado de no entregarlo en ningún orden especifico.
3. se
les pide a los grupos hacer silencio desde el principio. si hay más de un grupo se puede hacer una competencia en donde quien se equivoca o habla fuera del juego pierde turno. Si solo es un grupo
puedes ponerlo como meta de grupo.
4. explica claramente las normas del juego: deben leer la totalidad de los papeles. No deben leerla en orden de los versículos (los papeles deben llevar marcado el número del
versículo para la oración final. Una vez alguien lea su versículo, el siguiente lector no podrá ser la persona a su derecha o a su izquierda o perderán el turno. No pueden ponerse de
acuerdo (cada tres jugadores, o a quien tosa, o a quien señale fulanito) porque si el coordinador logra descubrir quién es el siguiente en leer perderán turno.
5. si
dos personas del grupo inician su lectura al tiempo, el grupo pierde el turno.
6. El
objetivo es que logren sincronizarse tanto en la lectura que logren leer todos sin pisarse la palabra. eso llevara varios intentos, pero siempre se logra. Lógicamente el secreto está en
escucharse, saberse la lectura, el silencio.
7. una vez el grupo logre la meta, seguramente ya está en silencio y sincronizado. Allí se les pide volver a hacer la lectura,
pero esta vez la harán en el orden de los versículos. Finalmente se les propone comentar la lectura y orarla de acuerdo a lo que es una Lectio Divina.
mira el ejemplo en el video:
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