Por: Pedro A. Cucunubo.
Muchas veces quienes trabajamos con jóvenes, maestros, agentes de pastoral, ong, sacerdotes, religiosos; solemos quejarnos de la falta de solidaridad y compromiso de nuestros muchachos. Así mismo los jóvenes, aun cuando no lo expresan, demuestran un dolor profundo en su vida, por las heridas familiares, la violencia, los problemas afectivos, el maltrato, la falta de oportunidades y de esperanza.
En nuestro trabajo con la fundación Anawim hemos encontrado estas dos características muchas veces a lo largo del país. Sin embargo no nos parecen contradictorias, son mas bien dos extremos de una misma linea: le enfermedad y la cura. Abrirnos a ayudar a otros es también abrirnos a la misericordia de Dios y encontrar nuestro sentido de vida.
En este vídeo encontraran algunos fragmentos de la charla que dimos con este tema en la feria Expocatolica desarrollada en Bogotá en octubre del 2016. Mas que un conjunto de formulas mágicas de autoayuda, es una reflexión y compartir sobre nuestra labor con los jóvenes durante estos 10 años. Pero desde hace ya mucho hemos notado que al hacer esta reflexión nuestra y compartirla con jóvenes de muchos colegios, suscita pensamientos solidarios y de esperanza, ayuda a los jóvenes a buscar un camino nuevo, a identificarse con el plan de Dios y asumir su compromiso social y cristiano.
Incluso en esta charla, en la cual asistieron mas adultos que adolescentes, tuvimos la alegría de escuchar sus historias al finalizar, sentir abrazos y agradecimientos, inscripciones de nuevos misioneros, e incluso lagrimas cariñosas diciéndonos que los pusimos a pensar. No esta toda la charla por problemas técnicos, pero si desean recibir el taller completo en sus parroquias o colegios pueden escribirnos a arkangelpacs@hotmail.com
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